Ficha técnica:
Título origina: the Craft
Año: 1996
Duración: 100 min
País: EEUU
Guión: Andrew Fleming y Peter Filardi
Dirección: Andrew Fleming
Música: Graeme Revell
Fotografía: Alexander Gruszynski
Reparto: Robin Tunney, Fairuza Balk, Neve Campbell, Rachel True, Skeet Ulrich, Assumpta Serna
Productora: Columbia Pictures
Género: Fantasía, Drama, Adolescencia, Brujería.
Crítica:
Película con tono tétrico que se acerca en momentos puntuales al cine de “miedo” (no podemos hablar de cine de terror porque no lo es, es más sutil y puntual) por lo bien llevado que está el guión en cuanto a los planos seleccionados, que apoyan la trama creando las sensaciones en el espectador necesarias para que se introduzca en el espacio creativo de la película.
Sara (Robin Tunney) acaba de llegar a Los Ángeles y, aunque al principio se siente aislada entre sus nuevos compañeros de instituto, pronto entabla amistad con tres chicas Nancy, Bonnie y Rochelle ( Fairuza Balk , Neve Campbell, Rachel True) con las que no sólo comparte la pasión por las ciencias ocultas, sino también poderes especiales.
La película habla como muchas otras de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” (Spiderman) cuando las protagonistas consiguen desarrollar sus poderes primero realizan con ellos hechizos para mejorar su vida pero poco a poco se dan cuenta que pueden utilizarlos también para vengarse de otras personas y así su magia se va ennegreciendo hasta cambiar sus propias personalidades y transformar el tono de la película, junto con la estética de la misma, de uno inocente de instituto a un tono oscuro, que se acerca a lo tétrico, donde destacan los contrastes negro-blanco y un etalonaje azulado.
La interpretación general de las actrices no es algo destacado, consigue llegar al listón necesario que implicaban los personajes, los cuales sufren una evolución psicológica constante a lo largo de toda la película. De entre ellas la única que supera esa linea de suficiencia es Fairuza Balk quien ayudada por el departamento de maquillaje consigue proyectar la enorme temeridad del personaje.
Aún con todo esto la película te deja un sabor a comedia debido a las acciones que ocurren en la trama y los excesos fantasiosos introducidos en un ambiente de realidad. Al principio la magia que tienen es muy sutil, atribuible en todo caso a casualidades muy favorecedoras para las protagonistas, pero esto se va incrementando a lo largo de la película para que llegado el desenlace final al espectador no le parezcan descabelladas algunas acciones que pueden realizar los personajes como volar, traspasar paredes, mover objetos con la mente ó controlar las condiciones atmosféricas. En todo caso hasta que no termina la película no la atribuyes a cine de fantasía.
Jovenes y brujas es una película que no te cambia la vida, considerada por muchos una tontería más. Pero para los degustadores de contrastes fusionados éste es un claro ejemplo de su funcionalidad.
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